La sociedad y la humanidad en general han vivido varios episodios bastante lamentables, que han manchado para siempre la historia del mundo. Unas de las características principales de estos sucesos han sido el odio y la ignorancia. Muchos de ellos han sido impulsados por uno, el otro y en muchos casos por ambos al mismo tiempo.
Desde el tráfico de esclavos hasta los atentados terroristas, pasando por el holocausto, muchos de los actos atroces han tenido como motor la falta de conocimiento y el rencor o resentimiento. No obstante, se podría pensar que al vivir en el siglo XXI este tipo de cosas no pasarían, pues la forma de pensar de los seres humanos sería más avanzada y estaría basada en el amor y la tolerancia.
Nada más alejado de la realidad, en la actualidad hay un montón de individuos que discriminan a otros por cosas tan absurdas como su color de piel, su procedencia o su religión. Sí, así es, y sabemos que tú conoces alguno que otro caso en donde estos “cavernícolas” hacen cosas impensables solo por creerse superiores.
Aunque es cierto que hoy en día se ve mucho menos, pues hace algunas décadas los atletas de piel oscura jugaban en ligas separadas a los de piel blanca, ciudades enteras rechazaban jugadores por ser de algún determinado país o tener algún aspecto, hinchadas dedicaron cánticos ofensivos a futbolistas por no tener su pigmentación (esto aún sucede en nuestra realidad), e inclusive ha habido algunas tragedias como la de los juegos olímpicos de Munich en 1972.
Precisar cuál es la razón de todo este lamentable fenómeno es difícil. En algunos casos está relacionado con temas políticos, grupos sociales afines a movimientos de segregación, situaciones particulares en determinadas localidades de “tradición racista”, entre otras tantas opciones.
Lo cierto es que en prácticamente todos los lugares que se te puedan ocurrir existirá alguno que otro degenerado. Muchas veces los clubes son conscientes de todo esto y no hacen nada al respecto, aunque algunos si toman medidas, pero es casi imposible controlar a todos los hinchas que visitan una cancha o un estadio.
Los organismos y las autoridades por su parte promueven campañas de unión que detengan las actitudes racistas, esto es particularmente importante en un mundo cada vez más “mezclado” en donde con cada día que pasa se difuminan los conceptos de procedencia y se borran poco a poco las fronteras.
Es difícil pensar que este lamentable fenómeno va a desaparecer pronto, pero se puede acelerar una mejoría y la mejor manera es promover un pensamiento igualitario en todas las escalas de la sociedad haciendo particular énfasis en los niños. Los movimientos neonazis y extremistas desgraciadamente siempre estarán ahí, no obstante es nuestra tarea luchar de manera pacífica contra los pensamientos de odio.
[contact-form-7 id=”323″ ]
[contact-form-7 id=”324″ ]