Todos recordamos aquel fatídico momento en el que nos enteramos que un avión lleno de jugadores talentosos se había estrellado causando la muerte de casi todos quienes en él viajaban. No fue fácil para algunos contener las lágrimas pues allí había un montón de sueños e ilusiones; ahí iban padres de familia, personas que con su esfuerzo y dedicación se habían forjado un presente exitoso en el deporte. De hecho, mucha gente recordó aquel avión de jugadores de rugby uruguayos que en 1972 se estrelló en los Andes, sólo el hecho de que sean deportistas y de que fuesen en avión coincide la historia pero es que ésta marcó mucho a los Americanos.
Todos quedaron consternados; no era la primera vez que pasaba pero evidentemente fue muy sorpresivo y el shock dura hasta el día de hoy. En el avión viajaba el club Chapecoense, el cual es un equipo de fútbol situado en Chapecó, Brasil. Su trayectoria había comenzado en Bolivia y tenía como destino Colombia, más exactamente el Aeropuerto Internacional José María Córdova.
En la aeronave viajaban 68 pasajeros y 9 tripulantes. La fecha era 28 de noviembre de 2016; a las 22:15 hora local de Colombia el avión se aproxima a la pista de aterrizaje, probablemente nadie de los pasajeros se imaginaba que viajaban con un exceso de peso sumamente peligroso y que los pilotos habían condicionado todo el vuelo al no hacer escalas.
Se encontraba muy cerca de su destino; el piloto pide que se abrochen los cinturones y los jugadores interpretan que están a punto de aterrizar así que su actitud es sumamente normal; era algo a lo que estaban acostumbrados durante toda su vida. Dentro de todo era un momento de alegría pues se dirigían a enfrentar a Atlético Nacional en la final de la Copa Sudamericana.
Pocos segundos después el avión impacta el suelo y la existencia de todos a bordo queda a merced del destino. El hecho tomó a los propios jugadores por sorpresa y esto agravó todo más. No hubo mucho tiempo de reaccionar, pocos segundos después 70 de las 77 personas que viajaban habían muerto; no conforme con esto, uno de los siete supervivientes fallece en camino al hospital.
Los siguientes días estuvieron marcados por una profunda tristeza en el mundo del fútbol y el deporte en general. Luego de un tiempo comenzó la investigación y comenzaron a señalar a algunos culpables, pero esto es algo en lo que no vamos a ahondar mucho.
Una de las primeras consecuencias fue un acto de humanidad muy admirable por parte del equipo que les recibía: Atlético Nacional decidía otorgar el trofeo al club visitante sin ningún tipo de queja o de problema. Esto fue aplaudido por prácticamente todo el mundo, pues era lo menos que podían hacer ante una situación tan complicada.
El equipo obviamente debía ser reestructurado, de lo contrario terminarían desapareciendo. Si a esta presión le sumamos el hecho de que solamente quedan vivos tres jugadores (a uno de ellos tuvieron que amputarle una pierna) tenemos la fórmula perfecta para una tragedia administrativa, aunque no fue así, pues se comenzaron a llevar a cabo actividades para ayudar a la institución en la medida de lo posible.
No se puede hablar de consecuencias directas de manera tan trascendental en cuanto a los vuelos en sí; solamente que los clubes tomarán más previsiones al revisar cuales son las aerolíneas y los servicios que usan. Pero en lo que concierne al sistema en sí y a las actitudes con respecto a los vuelos pequeños todo parece estar igual, aunque siempre siendo precavidos para evitar cualquier pequeño error.
¿Conocías este caso?
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